7 de febrero de 2012

Las mejores caladas de tu vida

Ojalá y algún día seamos como el humo del cigarro, lo disfrutas al segundo y cuando te das cuenta se ha desvanecido y se ha mezclado con el aire. Quién tuviera la capacidad de esfumarse sin decir a donde y sin dar un por qué, simplemente irse... desvanecerse en el olvido y permanecer en el recuerdo. 

El recuerdo de las mejores caladas de tu vida.

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