Esa
sensación de vacío que tenías desaparece cuando de pronto alguien llega a tu
vida y, sin darte cuenta, empieza a formar parte de ella convirtiéndose en
alguien muy importante para ti. Muchas veces comienzas una amistad con alguien
que no conoces, pasa el tiempo, y se convierte en esa persona a la que
necesitas contar cosas, con la que necesitas hablar la mayor parte del tiempo y
a la que todo te recuerda.
Pasáis momentos geniales, divertidos, que
nunca se olvidarán. Pero llega un momento en el que te das cuenta de que ya
nada es igual, y lo haces cuando hablas con esa persona, cuando eres consciente
de que los temas de conversación van disminuyendo, cuando después de media
hora, ninguno de los dos ha escrito ni una sola frase…
Piensas que son paranoias, pero ¿y si
realmente todo ha cambiado? No eres consciente de en qué momento todo dejó de
ser como era, y no te gusta. Te sientes triste, impotente, lleno de rabia, y ni
siquiera sabes qué es lo que tienes que hacer para intentar que todo vuelva a
ser como antes.
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