
6 de enero de 2012
Ni princesas ni principes
Confieso que quizá nunca he tenido pinta de típica
princesa de cuento, tampoco he aspirado a convertirme en una pierde zapatos,
mucho menos he pensado en dormir cien años, no he creído apropiado entregar mi
voz pero sí mis palabras, no me he visto capaz de luchar, ni de enamorarme otra
vez de un Peter Pan. Pero sí he creído estar envenenada y he esperado un beso
como salvación. Confieso que nunca supe exactamente las coordenadas de un
corazón, para buscarlo después de todo, y no perderme mientras le pierdo. Tampoco
he aspirado a convertirme en algo más que la antiheroina de la historia, no
nací para perder cosas y aun así parece que me paso la vida buscándolas.
Confieso que nunca pensé estar aquí, pero la vida te induce a seguir sus
caminos, los que nunca creíste que podías conocer, acabas robando zapatos a
niñitas perdidas que sin saber te robaron el príncipe, o acabas dejando que el
teléfono suene si es Peter Pan.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario