Me
resbala si follas o fallas. Si estudias o prefieres trabajártelas. Si odias los
domingos o te encantan las domingas. Si eres victoria o fracaso. Si te sigue
faltando cerebro o si te sigue sobrando de ahí abajo.
No me han quedado
cicatrices de la ostia que nos pegamos, ni refugios, ni paisajes. Ni canciones
que recordar... Ahora soy invencible, imperfecta, sincera y rápida. Vuelvo a las
andadas, ¡QUE MARAVILLA OSTIAS!, quien me lo diría.
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